Ana Rincón, “la huella genética”

¿Qué dirías si con un resto de tu piel pudieran identificarte? ¿cuál fue el origen de todo? Señoras y señores, la búsqueda de las huellas dactilares, con una lupa al estilo Sherlock Holmes, para descubrir al culpable del delito, ha pasado a la historia. ¡Bienvenidos al futuro! Con la huella genética y CSI, ningún delito quedará sin resolver.

Nuestra invitada de esta semana, Ana Rincón, bióloga y profesora de la Universidad de Sevilla, nos habló sobre el apasionante mundo del ADN (Ácido desoxirribonucleico), de sus peculiaridades, dónde se encuentra, qué función tiene, y por qué está tan de moda, así como sus posibles aplicaciones.

Pero no se equivoquen ustedes, nada de ojos como platos, nuestros oyentes no eran neófitos en el tema, más allá de que alguno haya pasado por la prueba del bastoncillo en la boca para tomar muestras de saliva, o la recogida de algún pelo que otro. Eso es tema a parte. Alguno, como A., nos descubría que también había ADN en las mitocondrias; JL., afirmaba que modificando el ADN podían modificarse rasgos como el color de los ojos; e incluso Ch., nos habló sobre como alguna multinacional agrícola modificaba las semillas, que vendían, para volverlas estériles y mantener así su volumen de ventas…

La pregunta surgió suavemente: ¿la violencia tiene causa genética?; rotundamente NO fue la respuesta de nuestra invitada, no se nace bueno o malo, existen otros factores a tener en cuenta, como los ambientales, que pueden modificar nuestros genes, reprimiéndolos o potenciándolos, no es suficiente con ser portador de un gen determinado, y en el caso particular de la violencia, factores ambientales son decisivos.

Finalmente llegamos a ver y entender como un individuo podía ser identificado a partir de su ADN, como los “microsatélites” contenidos en nuestra material genético, eran los “chivatos” que podían indicar cual de los sospechosos pudo cometer el delito o simplemente ser identificado (en caso de accidente o pruebas de paternidad).

Gracias Ana, esperamos verte pronto, porque algunos se quedaron con ganas de saber más sobre los productos transgénicos. ¡Te esperamos!